¿Qué es un modelo mental?
Un modelo mental es una manera de pensar mediante el cual una persona intenta explicar cómo funciona el mundo real o tangible.
Puede expresarse como un símbolo interno o una manera de representar la realidad externa, que juega un papel importante en la cognición, aun siendo una realidad supuesta. En otras palabras los modelos mentales son imágenes, supuestos o creencias hondamente arraigadas en la conciencia, (en la memoria exterosíquica), y que no son sometidas a exámenes por el consciente precisamente porque han estado allí desde siempre y son consideradas intocables y poco menos que sagradas.
Por ejemplo: viajas en tu coche y te detienes ante un semáforo en rojo a las tres de la madrugada en una avenida totalmente desierta. Casi inmediatamente concurren a tu mente algunos interrogantes. Una voz sin sonido, parece sugerirte que no te detengas ante el semáforo en rojo, puesto que nadie te está viendo. Casi inmediatamente, surge a tu conciencia de que no debe vulnerarse nunca un semáforo en rojo. Por último tu mente realiza una evaluación y llegas a la conclusión de que no es conveniente vulnerar la ley de tránsito, aún en un semáforo solitario. Tu mente te sugiere que es conveniente respetar la ley para seguridad personal.
Esas tres propuestas nacen de tus estados de yo, y tú elegirás alguna de esas propuestas según tu modelo mental.
Los modelos mentales son procesos para enfrentar las situaciones cotidianas, y por cierto se pueden cambiar.
Los modelos mentales como fundamento
Las organizaciones tradicionales han sostenido durante mucho tiempo el dogma de “administrar, organizar y controlar”, sin embargo, la evolución hacia instituciones más centradas en las personas invita a guiar la marcha estratégica sobre la base de la visión, los valores y los modelos mentales. Surge entonces el enfoque según el cual el control de los modelos mentales pasa a ser un nuevo dogma.
De acuerdo a esta afirmación, las organizaciones apuntan a sistematizar formas para que las personas se involucren en el desarrollo de mejores modelos mentales con los que se puedan enfrentar las situaciones cotidianas. Esto fácilmente se entiende como una nueva forma de concebir las funciones básicas de la administración y la vida institucional.
Cuando en una asociación se piensa en la necesidad de asegurar que los dirigentes de Grupo en una determinada zona o distrito sean verdaderos creadores de programa en sus Unidades, de acuerdo al rol que de ellos se espera como educadores no formales, se requiere de más energía y se garantiza menos el resultado si se decide aplicar sólo mecanismos de control de los dirigentes que han cumplido con las actividades de capacitación. Ahora bien, si la formación brindada a los dirigentes va acompañada de oportunidades para trabajar con ellos los modelos mentales, invitándolos a reconocer los actuales y promoviendo el desarrollo de nuevos modelos que faciliten su rol de diseñador de programa para los jóvenes, entonces las tareas de control se transforman más en una necesidad de seguimiento y apoyo, en vez del control tradicional manifestado como supervisión autoritaria. Los dirigentes asimilarán como modelo mental su papel de diseñador de programa y sus resultados serán mucho más seguros.
La capacitación para administrar los modelos mentales
Llegar a que los miembros de la organización desarrollen los modelos mentales requiere, sin embargo, de un proceso que exige atención. De principio es necesario que se introduzcan y consoliden los valores de:
• Apertura, entendida como la conducta que abre los canales de confianza entre los integrantes de un equipo y permite la comunicación franca de las ideas que cada uno tiene respecto de otros y de las situaciones que el grupo vive; y
• Mérito, que habla de la toma de decisiones basadas en los mejores intereses para el grupo, contrario a decidir por impulsos burocráticos que se cuidan más de aparentar que se hace que de alcanzar resultados.
Sobre las conductas
Si las conductas comienzan a estar marcadas por la capacidad de las personas para exponer y comentar productivamente sus formas de ver la realidad grupal, entonces se dará un cambio notoriamente provechoso en los procesos de decisión.
Puede verse además que la capacidad para desarrollar los modelos mentales requiere de una preparación y un nivel de formación adecuado, lo que actúa como un proceso estimulante en cada persona.
Un apropiado proceso de capacitación para tomar las riendas de los modelos mentales, debiera obtener como resultado primordial la comprensión de que en muchos aspectos de la vida institucional, más que verdades se tienen supuestos, considerando que los modelos mentales a la vez que son incompletos son el filtro a través del cual cada uno ve el mundo y esto nos aleja en cierta manera de la verdad.
Hay dos premisas fundamentales para orientar adecuadamente la capacitación para el desarrollo de modelos mentales:
• Las personas necesitan la estimulación de aprender respecto de lo que hacen, por lo que cualquier esquema que pretenda brindar conocimientos o técnicas desligadas de la realidad operativa de cada individuo, no obtendrá un alcance suficiente como para generar cambios de las conductas regidas por modelos mentales.
• El aprendizaje debe ser generativo o creador, para lo cual resulta imprescindible contar con las capacidades y aptitudes interpersonales dentro del grupo, esto es, despertar las cualidades para reflexionar e indagar y no conformarse con posiciones de consultoría o simple planificación para adaptarse a las realidades. Se trata de buscar nuevos modelos mentales, mejores.
Los modelos en desarrollo
La disciplina de los modelos mentales establece como principio no dejar al azar o al “actuar naturalmente” de las personas, aquellas decisiones o procesos que requieran una revisión de los modelos mentales. Por el contrario, sus principales enunciados apuntan a tomar conciencia de los mismos y desarrollarlos hacia mejores esquemas de conducta organizacional.
Una intencionalidad de esta magnitud no puede lograrse si no hay condiciones dentro de la organización que hagan permanente el trabajo con los modelos mentales. Por ello, hay dos experiencias básicas de cómo administrar los modelos en las organizaciones:
La planificación como enseñanza.

Se trata de hacer de los procesos de planificación tradicionales una oportunidad para definir escenarios o alternativas de futuros posibles, con los cuales las personas tienden a desarrollar aptitudes más abiertas a los cambios y capacidades para enfrentar situaciones no previstas.
Por supuesto, el ejercicio de ver el futuro como una gama de circunstancias posibles que pueden estar sujetas a un control indirecto, según las capacidades para afectar los parámetros presentes que determinan un resultado futuro, resulta en una oportunidad para aprender a determinar modelos mentales, revisarlos y someterlos a consideraciones que pongan a prueba su validez y fuerza de cambio.
Con este enfoque, la planificación cobra importancia en razón de su capacidad para acelerar el aprendizaje organizacional, y no tanto por la perfección de las estrategias y acciones planeadas.
Los consejos o equipos internos

Si bien la planificación como aprendizaje es una alternativa para incorporar el manejo de los modelos mentales, el sistema de juntas internas viene más con las estructuras y la cultura organizacional de las asociaciones nacionales e internacionales.
Este sistema organiza pequeños equipos encargados de asesorar y apoyar a los líderes de base y de nivel intermedio, estimulando la institucionalización de los modelos mentales. Es así como en una asociación nacional puede verse cómo casi todos los dirigentes trabajan en función a equipos, y sin importar su rol de líder del equipo o simplemente miembro del mismo, de alguna manera siempre hay una relación de pequeño grupo dentro del cual se generan oportunidades para el análisis de situaciones cotidianas y los modelos mentales que las rigen.
El sistema de los juntas internas estimula en los líderes particularmente la habilidad para articular con mayor coherencia las ideas y pensamientos sobre temas complejos, para asimilar perspectivas distintas en una misma situación y para ser enérgico y abierto a la vez. En pocas palabras, se dan las condiciones de confianza para un mejor aprendizaje organizacional dentro de cada equipo.
Existen algunas consideraciones que orientan mejor la puesta en marcha de una disciplina de modelos mentales dentro de una organización:
• No se debe pretender que los modelos mentales sean asumidos por la mera imposición de una persona sobre otra. Como se trata de asumir conductas por una vía de comprensión racional, quien transmite el modelo mental a un grupo, debe exponerlo con claridad, a fin de que los demás puedan analizarlo y asumirlo.
• Las personas son más eficaces cuando desarrollan sus propios modelos, lo cual no quiere decir que las personas más experimentadas no puedan equivocarse.
• La idea no es llegar a un acuerdo en el que se mantenga una congruencia entre todos los modelos mentales. Algunos de ellos podrán estar en desacuerdo, incluso. Lo importante es que el equipo sirva al menos de referencia para quien debe tomar una decisión, y le brinde el apoyo requerido para que desarrolle sus modelos mentales.
• Aunque la congruencia no es el fin buscado en los modelos mentales, tiende a surgir de manera natural cuando el sistema funciona.
• Mientras todos los miembros del equipo se relacionen con integridad en un proceso de aprendizaje abierto, es posible convivir con el hecho de que se manifieste una idea o modelo y se implemente finalmente otra distinta.

La Quinta Disciplina por Peter Senge

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Comentario

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Comentario de Nelson Astegher el septiembre 19, 2015 a las 2:24am

Excelente Luzmila: es realmente así como lo explicas. Cada modelo mental utiliza los valores y los conocimientos que posee para desarrollar su calidad de vida. Cada modelo mental, relaciona sus valores con los estados del Yo, de lo que resulta una conducta que puede ser mejorada mediante los procesos de aprendizaje. Lo que debe considerarse, es que el fundamento del modelo mental, muchas veces reside en el estado del Yo esterosíquico, es decir El Padre. Cada modelo mental puede adaptarse y tener gran éxito dentro de la institución. Con un liderismo adecuado los procesos de integración y desarrollo de modelos mentales son posibles.

Por otra parte el esquema mental son los estados del Yo del individuo, es decir El Padre, El Adulto y el Niño, y la relación que desarrolle hacia ellos.

Comentario de Luzmila Guisao Peña el septiembre 18, 2015 a las 7:29pm

Aunque el tema me es de difícil asimilación, quiero arriesgarme a exponer lo que pude extraer como concepto simple de modelo mental: cada integrante de un grupo aporta  su propia concepción global y particular acerca de los intereses y objetivos del grupo y la idea es partir de cada modelo mental para construir mediante procesos de aprendizaje, lo que serian ya los modelos mentales institucionales, encaminados a logros de crecimiento, tanto individuales como colectivos? El líder es quien modera el proceso de integración y transformación de los modelos mentales, dentro de ambientes apropiados de apertura y méritos.

Bueno, los esquemas mentales, como se relacionan con los modelos mentales? ¿significan lo mismo?

Hasta aquí llegue, pero me interesa mucho comprenderlo mejor, gracias mi amigo, por plantearnos tantos y tan interesantes problemas...

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