Conozcamos nuestra realidad inmediata en el continente

El doctor Luís Abreu, notable académico con su acostumbrada precisión y a quien saludo cordialmente, manifestó muy claramente que América Latina, desfallece en la pobreza. Esto significa la creciente dificultad para muchos estudiantes de elevado cociente intelectual y de procedencia humilde en su incorporación a las nuevas tecnologías educativas y a las carreras de grado.
Hace poco, el rector de la unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM - México) afirmó en una entrevista que “apostar a la educación virtual” como solución a la demanda de cobertura y calidad en las universidades públicas es demagógica, pues estamos a años luz de alcanzar un desarrollo que permita la inclusión de la mayoría de la sociedad mexicana”. Y tras considerar que el acceso de la población a nuevas herramientas como Internet es muy limitado, propone: “no se puede apostar a la formación virtual como eje central para dar respuesta a la creciente demanda de espacios educativos, cuando en realidad lo que se requiere son más universidades tradicionales que impulsen un modelo semipresencial”.
Se ha argumentado la falencia de la educación virtual, tan necesaria para la comunicación entre naciones, para dar respuesta a las demandas de cobertura y calidad en las universidades públicas; es que la mayor parte de la población está al margen de los adelantos tecnológicos. Eso es, seguramente, tanto en México como en el resto de América Latina cierto. Hay que considerar que lo que mantiene a gran parte de los pueblos de América Latina al margen de los adelantos tecnológicos son sus condiciones de vida, los aspectos económicos, laborales, sociales, y lo cultural correspondiente a esos modos de vida. Y esos sectores sociales, lamentablemente, no pueden concurrir a la Universidad (ni virtual ni tradicional). En el mejor de los casos puede finalizar, con muchísimo esfuerzo y tesón, la educación básica. Entonces estimo que hay que centrar el énfasis en la solución educativa que insisto es económica, para encarar la formación del capital social que se nos refiere. Esta interculturalidad está ligada a la comunicación, a la tecnología, (en mayor grado la virtual) y fundamentalmente al conocimiento como antídoto al racismo y a la exclusión social. En nuestros seminarios internacionales de educación virtual, vemos el afianzamiento intercultural que se logra y la comprensión afín cuando existe un horizonte común.
¿Que es lo que debemos cambiar? ¿Hacia donde dirigir los esfuerzos? Estamos a mucha distancia de la experiencia del ejemplo de la “Política de Diversidad Cultural” de la Universidad de Melbourne ya que no contamos con establishment en nuestros gobiernos y sí con oligarquías.
La globalización ha convertido a las naciones en una inmensa facultad de ciencias económicas. La economía es una disciplina perturbadora, es decir, fatigosa. Promete todo y no da nada. Los economistas del continente en la década del noventa, llevaron esta histeria a sus más altas cumbres. La palabra PBI está en la primera plana de los diarios. Las estadísticas son el sex appeal del saber. Cuando algún periodista anuncia menesterosos en la calle pidiendo limosna, una autoridad lo desmiente porque con el PBI crecido debe ser una visión. La realidad la dan los institutos del saber económico que estampan sus cifras. Si el PBI aumenta hay menos pobres, ni lo discuta. Y esto conspira contra el capital social.
Una de las funciones de la universidad es como propone Jhony Velásquez Delgado: que nuestra universidad, como facilitadora, permita el diálogo constructivo de todos los grupos representativos de nuestra sociedad en pro de un futuro que nos corresponde y del cual somos responsables todos desde la función o rol que nos toque asumir.
¿A qué distancia nos encontramos de lograr éxito en la interculturalidad? cuando en naciones como Brasil, “no existe ley que pene el matar a un indio del Amazonas o no importe que la deforestación de estas selvas provoquen las muerte de los indios de las tribus de los indios Aguaruna, Amahuaca, Cocama, Culina, Inca, Campa, Mashco, Piro, Shapra, Capanahua, entre otras. Muchos indios son aniquilados por los buscadores de oro y todo tipo de aventureros. Los explotadores foráneos de riquezas han registrado acciones terroríficas y sanguinarias, la población aborigen ha sido perseguida y diezmada, las mujeres violadas y niños y ancianos muertos salvajemente”
(“Historia de una Masacre”. Nelson Astegher 1996. Editorial Sociedad Cultural Mexicana).
Ha ocurrido y continúa ocurriendo en muchos países latinoamericanos, que existen como decía Rouseau, en el estado, una igualdad de derecho, vana, pues los medios destinados para mantenerla son los mismos que sirven para destruirla, y la fuerza pública que se agrega al pudiente para oprimir al mas débil destruye ese equilibrio naturalmente instalado entre ambos.
Como artesanos de la ética nos debemos un gran compromiso a tomar en cada país, para la supervivencia de las bases morales de la civilización, es una tarea ciclópea pero debe ser desde hoy nuestra faena.
                                                                                                                                            Nelson Astegher

Vistas: 127

Comentario

¡Tienes que ser miembro de Red Opciones para agregar comentarios!

Únete a Red Opciones

www.carlosdevis.com

Visítanos en www.carlosdevis.com y entérate de todos los contenidos actualizados sobre finanzas y bienes raíces del Taller de Bienes Raíces.

Podrás acceder a programas y taller online y al mejor contenido gratuito para alcanzar tu paz financiera con Bienes Raíces. 

¡Te esperamos!

LetraFresca/Tienda Kindle

© 2024   Creada por Carlos Devis.   Con tecnología de

Insignias  |  Informar un problema  |  Términos de servicio