Dos historias para meditar en silencio

[Nelson Astegher]

Hoy quiero invitarte solamente a pensar, a sumergirte en la profundidad de tu reflexión y razonar tu propia conclusión sobre los valores en la vida.

 Hace muchos años, casi comenzando el siglo XX, en un pequeño poblado de la campiña inglesa, un joven de unos 10 años, resbaló y cayó dentro de un aljibe. Comenzó a gritar pidiendo auxilio y otro muchacho de la zona casi de su misma edad, llegó prestamente, le ayudó a salir y salvó su vida. El padre del joven siniestrado, concurrió a la casa de la familia Fleming, donde vivía el joven héroe, Alexander, quien había salvado la vida del otro muchacho. El hombre le pregunto al señor Fleming, de qué manera podría agradecerle el extraordinario acto de su hijo en salvarle la vida a su muchacho.
El señor Fleming era un hombre humilde, conocido por su rectitud y justicia, le respondió a su visitante que nada pretendía como recompensa, que estaba feliz por la acción de su hijo.
El otro hombre, le propuso lo siguiente:-señor Fleming, le ruego que me permita como agradecimiento, educar a su hijo, soy un hombre pudiente y educaré a su hijo de la misma forma que hago con él mío. El señor Fleming aceptó gustoso y así fue, hijo de Fleming, concurrió a los mejores colegios, y a las mejores universidades, graduándose como médico.
Años después, el joven Alexander llegó a descubrir la penicilina, medicamento que ayudó a salvar millones de vida, fue el muy famoso Alexander Fleming.
Año después el padre del joven que él había salvado, enfermó gravemente y lo salvó la penicilina. Este hombre, el padre del joven que él salvó era Lord Randolph Churchill, el padre de Winston Leonard Spencer-Churchill, el muchacho que él salvó.

Hace mucho tiempo un emperador convocó a todos los solteros del reino, porque era tiempo de buscar pareja para su joven hija. Todos los jóvenes asistieron y el rey les dijo:-os voy a dar a cada uno de vosotros una semilla diferente, al cabo de seis meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido y la más bella ganará la mano de mi hija, y por ende, el reino.
Así se hizo, pero un joven plantó su semilla y esta nunca llegó a germinar. Mientras tanto todos los participantes de este particular torneo no paraban de hablar de las hermosas plantas y flores que iban apareciendo en sus macetas.
Pasaron los seis meses y todos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con sus hermosísimas y exóticas plantas.
Nuestro héroe estaba demasiado triste pues su semilla nunca llegó a dar señales de vida, por lo que no tenía intención de presentarse con el trabajo. Sin embargo hizo un esfuerzo y decidió presentarse para mostrar con sinceridad el fruto de su semilla a lo largo de ese tiempo.
Todo lo jóvenes hablaban entusiasmados de sus plantas y al ver a nuestro amigo estallaron en burlas y risas. Estaban reunidos en la majestuosa sala principal del palacio, y el murmullo fue interrumpido por el ingreso del rey.
Todos reverenciaron al rey mientras éste se paseaba observando las maravillosas plantas que eran presentadas. Finalizada la inspección, el rey hizo llamar a su hija y también al joven que llevó su maceta vacía. Sorprendidos todos esperaban la explicación de aquella actitud del rey. Su majestad dijo entonces:-Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija, porque a todos ustedes se les entregó una semilla infértil, donde no era posible que creciera planta alguna.
Todos ustedes trataron de engañarme plantando otros vegetales, pero este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, honesto y muy valiente, cualidades que un rey debe tener y que mi hija merece de su compañero real.
Dos historias, para pensar sobre el gran valor de la educación y de los valores en la vida. Tú tienes estos valores y como yo necesitas compartir para que fructifiquen en una vida con sentido. Te deseo el mayor éxito en lo que haces.
                                                                                                                                                Nelson Astegher

Mi Mayor Felicidad.pps

[Nelson Astegher]

Muchas gracias Luzmila por tu reflexión, es cierto, los valores siguen siendo ignorados, y muchas veces surge un joven o una joven como el de la historia. Concuerdo que para construir un líder trascendente, hace falta alguien que pueda defender los valores a ultranza. Me anima particularmente el hecho de que en nuestra tarea, la defensa de los valores sea algo de todos los días. Muchas gracias por su aporte.

[Nelson Astegher]

Es cierto Martha, los valores son esenciales en nuestra existencia, y en la realidad actual las personas no ejercitan la virtud, que es la utilización de los valores, los valores siempre están allí, aunque muchos no quieran advertirlo. Muchas gracias por tu reflexión.

[Luzmila Guisao Peña]

Es lo que apenas diferenciamos entre la Ética de la personalidad y la Ética del carácter, el carácter se forma en valores y la personalidad en costumbres, los valores prevalecen por encima de cualquier circunstancia, y la personalidad es cambiante. Es por esto que la mayor dificultad se encuentra en construir un carácter que trascienda y construya destinos para el crecimiento y el desarrollo permanente de los seres humanos. Historias muy inspiradoras.

Gracias Nelson.

[Martha Eugenia Rueda Ardila]

Los valores son parte fundamental en la vida,