La relación de los jóvenes con la sociedad (para facilitadores noveles)

[Nelson Astegher]

La relación de los jóvenes con la sociedad (para facilitadores noveles)
Luego de finalizar tus estudios de Facilitador en la Red Internacional Opciones, muñido con tus elementos de trabajo, vas a enfrentar a tu primer grupo de jóvenes, donde aplicaras los conocimientos para lograr tu primera facilitación.
La idea de este artículo es el reconocimiento de las condiciones emocionales y de vida en que se encuentran este grupo de jóvenes, y que obviamente tendrás que enfrentar y cambiarlas.
Imaginemos un letrero, por encima de los jóvenes, que dice lo siguiente: CLARIDAD DE MI RELACIÓN CON LA SOCIEDAD.
En un extremo del letrero vemos que dice en letra menuda, sencilla¬mente: CLARA, mientras que en el otro extremo dice, en la misma forma: CONFUSA. Acerquémonos para examinar este desconcertante espectáculo.
Encontramos un grupo numeroso de jóvenes en el extremo donde dice CLARA y, al acercarnos más, nos damos cuenta de que todas las jóvenes que se encuentran en este extremo tienen una idea clara de cuál es la relación entre ellas y la sociedad 

en que se encuentran.
Cada una de esos jóvenes parece enfrentarse a la vida con un propósito defi¬nido y de una manera consistente, sin contradicciones.
Hablamos con algunos de esos jóvenes y cada uno parece saber lo que desea en la vida y cómo lograrlo a través de su esfuerzo.
Aunque en estilos un tanto distin¬tos, todos los jóvenes de este grupo parecen hablar de las fuerzas, de los acontecimientos y de las jóvenes que los rodean, con considerable entu¬siasmo, claridad y orgullo.
Y no es que estos jóvenes se hayan "ajustado" a su medio ambiente en un sentido pasivo.
Realmente, muchas de ellos parecen tener importantes inquietudes en cuanto a ciertos elementos con¬siderables de su ambiente; sin embargo, hay en ellos un gran interés por enfrentarse de manera constructiva a estos elementos desagradables, casi siempre expresado en su búsqueda de nuevas formas de mejorar las cosas. 

Si buscamos palabras que describan a las jóvenes que viven en este extremo del panorama de las relaciones entre hombre y sociedad, pen¬samos en términos como: entusiastas, orgullosos, positivas, tenaces.
Las cosas no son tan pr

ometedoras en el extremo opuesto de la ima¬gen. Los jóvenes que se encuentran allí no parecen percibir con claridad su relación con las cosas y los jóvenes que las rodean.
Hay mucha con¬fusión personal, y no tardamos en darnos cuenta de que estos jóvenes parecen mucho menos "seguros" que lo

s del extremo opuesto.
Al familiarizarnos con los miembros de este grupo, resulta interesante notar cómo su común confusión sobre la relación que hay entre su exis¬tencia y el ambiente en que se desenvuelven ha producido diferentes patrones de conducta:
1. Algunos son apáticos. Se muestran distraídos e indiferentes, dejan que las vueltas del mundo los arrastren hacia donde el mundo desee.
2. Otros son volubles. Están interesados en muchas cosas, pero sólo por breves momentos. Con frecuencia se lanzan a un propósito con gran entusiasmo; pero poco después lo abandonan, para lanzarse con igual entusiasmo a otro objetivo.
3. Algunos son muy vacilantes. Se muestran inciertos y no parecen decidirse en cuanto a las numerosas alternativas que el mundo les ofrece continuamente.
4. Están también los inconsistentes. o sea, los jóvenes enfrascados en muchas tareas que se contradicen unas a otras, si no es que so

n mutuamente destructivas. A diferencia de sus compañeros vo¬lubles; pueden tener muchos intereses distintos a la vez; pero cuan¬do es así, sus intereses tienden a ser incompatibles entre ellos. Uno piensa en el alumno que en un momento es generoso, y al si¬guiente momento es egoísta, o que es apasionadamente industrioso esta semana y definitivamente perezoso a la semana siguiente.
5. Otros miembros de este extremo van por la vida a la deriva, son vagabundos de la existencia, pues su conducta se caracteriza por su falta de planeación, de objetivo y de entusiasmo. Van de un lado a otro, como náufragos humanos

 que flotan en el mar de la vida, sin timón y sin energía.
6. Muchos de ellos son exageradamente conformistas. Como no tie¬nen una idea muy clara de lo que quieren hacer con su vida, muchos toman el camino fácil de la conformidad; se acomodan lo mejor que pueden a lo que consideran el punto de vista pre¬dominante del momento. En este subgrupo se encuentran también aquellos que se dejan llevar por otros jóvenes con mayor pasión que ellos.
7. Otros más son rebeldes, separatistas, disidentes, todo ello en forma exagerada. Se oponen a todo, no en forma ocasional, lógica, ra¬zonada, sino en una forma irracional, crónica y permanente. Es como si algunos jóvenes confusos trataran de obtener una iden¬tidad oponiéndose a todos los vientos del momento. Esta forma de conducta, desde luego, no es más independiente de otros jóvenes de lo que es la conducta del conformista.
8. Finalmente, notamos un grupo de actores, es decir, de jóvenes que representan un papel, que asumen una personalidad distinta a la suya propia, que disimulan su falta de claridad acerca de la vida, interpretando un papel que no es más real pa

ra ellos que una imagen recortada de cartón. Uno no puede menos que recordar al "payaso de la clase", o al camorrero del barrio, como pertenecientes a este tipo. Cada uno de estos actores de la vida adopta una existencia ficticia para ocultar su falta de vida real.
La mayor parte de los miembros de este extraño grupo que se encuen¬tra en el extremo confuso del panorama de la relación del hombre con la sociedad forma parte de alguno de estos ocho subgrupos, ninguno de los cuales tiene equivalente, por lo que a patrones de conducta se re¬fiere, en el extremo opuesto de la imagen, o sea, entre los miembros del grupo que comprende su papel ante la sociedad con toda claridad.
Los individuos en este grupo, que describimos primero, nos parecieron de personalidad positiva, entusiasta y orgullosa.
Los jóvenes del s

egundo grupo se nos antojaron apáticos, confusos o irracionales; en formas diferentes, cada joven parece haber aprendido un patrón de conducta que le sirve de compensación por su ignorancia sobre cómo enfrentarse a la dinámica del mundo que los rodea.
Cabe consignar que los grupos de jóvenes que sobreabundan, son casi en un 90% los del segundo grupo.
Por eso es importante también considerar, como lo dijo Luzmila Guisao Peña, colega profesional de la Red, que el sistema de Pláticas de Red Opciones, no sólo es aplicable a los jóvenes, sino también a los padres de la familia y a toda persona adulta que lo necesite.
La situación de la juventud en el mundo, cada vez se acerca más al segundo grupo nombrado en este artículo, de lo que podrás evaluar la importancia de tu tarea a realizar.

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