Si tienes el valor de ser padre lee esto

[Nelson Astegher]

Mucho se ha dicho y se ha escrito acerca del rol y la importancia de la familia en la evolución psicológica del niño, y como conclusión ineludible parece existir un amplio acuerdo en la explicación de todas las perturbaciones de la conducta por las condiciones familiares y sobretodo por la educación impuesta por los padres.

A partir del psicoanálisis se ha demostrado cómo y por qué la personalidad de cada individuo se va estructurando en la relación inicial con la madre y después con los padres; la familia es entonces el molde y origen de todos los valores, intereses, creencias y actitudes básicas que un sujeto ostenta en la vida.
En consecuencia, el papel de los padres como los “soberanos creadores” de la personalidad y/o conducta de sus hijos, cobra cada vez mayor relevancia; en nuestro mundo actual, contradictorio y altamente conflictivo, circula la idea de una gran infelicidad social, cuyo punto de partida es siempre el hogar infantil.
Los medios de comunicación difunden profusa e indiscriminadamente literatura psicológica que bombardea a los padres con métodos, ideas y formas de “educar” a los hijos preservando su salud mental.

Si antes se educaba para socializar, ahora el fin de la educación “psicologica” parece ser la salud psicológica del niño, en un intento de evitarle complejos, traumas o perturbaciones de cualquier índole.
Resulta entonces que hoy de todo la falta la tienen los padres: o de lograr hijos sin traumas ni frustraciones (en un alarde de omnipotencia) dentro de una sociedad ciertamente enferma como la que vivimos, en caso de ser “buenos” padres; o de dañarlos inquebrantablemente por el resto de sus días, negando la posibilidad de reparar o revertir los posibles errores de la educación, en el caso de ser “malos” padres.
Desde esta óptica, vastamente difundida hoy, se plantea una seria restricción a la autoridad paterna y un peligroso avance de la permisividad, bajo el pretexto de no herir la espontaneidad o provocar frustraciones en el chico, como si fuera posible una vida sin límites, frustraciones y postergaciones.
Poco a poco se ha ido perfilando un cambio en la relación padres-hijos, donde pareciera que los padres se han convertido en los oponentes de las necesidades de los hijos. Si los padres aparecen como culpables de todo, pues continuamente se los acusa, intimida, culpabiliza y objeta por cada una de sus actitudes, en la otra punta los hijos, cada vez más, aparecen con el derecho de exigir, cuestionar y descalificar permanentemente a sus padres, con¬figurando un cuadro que cierto autor define como “dictadura de los hijos sobre los padres” y que en el campo social se trasunta en una dictadura de los jóvenes contra los adultos.
¿Habremos pasado del absolutismo de los padres, en épocas anteriores, al autoritarismo de los hijos hoy?
Muchos padres vacilan en ejercer su autoridad por temor a lesionar la auto expresión, libertad e inicia¬tiva personal de sus hijos, en suma, sus derechos. ¿Habrá hijos que se planteen similares consideraciones acerca de los derechos de los padres?
Las concepciones educativas modernas indican el respeto por las necesidades y derechos del niño, pero se olvidan y no contemplan, en la totalidad de los planteos, las necesidades y derechos de los padres.
Quizás sea hora de que los padres y los adultos en general, se lancen a la defensa de sus derechos como personas, más allá de su rol circunstancial de padre o madre; y también a la revalorización de una autoridad sana, de la experiencia y de la convicción de que los padres no son los únicos responsables de las conductas de sus hijos: también la sociedad en general, y lo es el individuo en particular, que se “forma” o se “deforma” a sí mismo por su propia elección y decisión.
Creo que esta aparente oposición (derechos de los hijos Vs. derechos de los padres) puede ser examinada y transformada, evaluando entre las partes sobre la base de la tolerancia recíproca de las diferencias y el respeto mutuo de los roles familia¬res. Y fundamentalmente apoyando a los padres que analizan la realidad y que con su experiencia pueden dar a sus hijos las armas para conducirse en la vida.

                                                                                                                                                 Nelson Astegher

REFLEXIONES DE PADRES.pdf

[Nelson Astegher]

Hola Luzmila: me dejaste pensando, porque aqui en Argentina las cosas están muy difíciles con un gobierno fascista, la gente está muy alterada y las relaciones de familia y de amistad está muy deterioradas. Sobre todo las relaciones padres hijos, agravadas por un gobierno que quiere llevar a los jóvenes por mal camino, pero no se como están estas relaciones de familia fuera de mi país, por tu comentario advierto que también hay dificultades por latinoamerica, en fin para pensar. Un gran saludo y muchas gracias.

[Luzmila Guisao Peña]

Muy acertadamente, amigo Nelson, tocas la herida que mas duele. Hoy las relaciones entre padres e hijos están basándose en una contienda permanente de lucha de poderes, ya los hijos menores saben mucho mas de sus "derechos legales" que de sus deberes para  con sus mayores, esto ha debilitado tanto las relaciones interpersonales, que la defensiva ya es la forma mas común de trato y convivencia.

Definitivamente, el miedo, mas la ignorancia, siempre darán como resultado, VIOLENCIA. A quien le corresponde la iniciativa para romper este esquema "psicológico" , que tanto daño esta causando en el mundo entero?,los padres tenemos el sagrado deber de activar y aplicar una inteligencia mas justa,equilibrada , e innovadora, para comprometerse con el cambio de pensamiento y actitudes derrotistas frente a nuestros hijos.

Gracias por las reflexiones tan profundas y puntuales a las que nos llevas.