Hay que matar al amor

[Nelson Astegher]

Hace ya mucho tiempo, ocurrió en la historia del mundo que amaneció un día aterrador en que el Odio, que es el rey de los más oscuros sentimientos, las malas virtudes y todos los defectos, llamó a una reunión urgente a todos los sentimientos negros del mundo y los deseos de perversión del corazón del hombre.
Todos ellos llegaron a la reunión preguntando con gran curiosidad cuál era el propósito. Cuando todos estuvieron reunidos, el Odio, habló y dijo:
- "Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien".
Todos los presentes no se impresionaron demasiado porque el Odio, siempre habla de matar a alguien, sin embargo la pregunta presentada era, a quien quería matar para que los necesitara a todos ellos.
-Quiero que maten al amor. Dijo. Muchos sonrieron con gesto malévolo pues más de uno quería destruirlo.
El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo: yo iré y en menos de un año el amor habrá muerto.
Voy a provocar tal discordia y rabia que el amor no lo soportará.
Al cabo de un año se volvieron a reunir y al escuchar el informe de Mal Carácter quedaron desencantados.
-Lo siento, traté de muchas maneras pero cuando yo creaba discordia, el Amor la superaba y salía adelante.
En ese momento, levantó la mano la Ambición, que alardeando su poder dijo:
-como el Mal Carácter fracasó, está vez iré yo. Voy a desviar la atención del Amor hacia los deseos de poder y riqueza. Eso sí que no los ignorará.
Comenzó entonces la Ambición los ataques hacia su víctima quien fue herida en un principio, pero luego de luchar para salir adelante, renunció a los deseos desbordados de poder y su triunfo fue logrado.
El Odio estaba realmente muy enojado por el fracaso de la Ambición, entonces envió a los Celos, burlones y perversos que inventaban continuamente artimañas y situaciones para extraviar y herir al Amor con sospechas sin fundamento.
El Amor en un principio desconcertado, con lágrimas pensó que no quería la muerte y valientemente, con gran fortaleza se impuso por ello y otra vez venció.
Cada año, el Odio continuó en su lucha y enviaba más perversos compañeros, envió a Frialdad, al Egoísmo, a la Confusión, a la Indiferencia, la Pobreza, la Enfermedad y a muchos otros de sus perversos asociados que fracasaron siempre.
Ocurría Que Cuando el Amor se sentía decaer generaba de nuevo fuerzas y todo quedaba superado.
En Odio, Convencido de que el Amor era invencible, les habló a los demás y le dijo: ya no hay nada más que hacer, el Amor ha soportado todo, hace ya años que estamos insistiendo y nada hemos logrado.
En ese momento, de un rincón oscuro del salón se levantó alguien que muchos de ellos no conocían. Vestía todo de negro, un sombrero gigante ocultaba parte de su rostro, y no podían verle bien la cara. Su aspecto era sombrío como la misma muerte.
-Yo mataré al amor. Dijo con total seguridad. Todo se preocupaban por saber quién era ese que aseguraba poder hacer lo que ninguno de ellos había logrado. El odio dijo: anda y haz lo tuyo.
No había pasado mucho tiempo cuando el Odio llamo otra vez a sus súbditos, los malos sentimientos para comunicarles que después de tan extensa espera, el Amor había muerto.
Todos estaban contentos y felices, pero muy sorprendidos.
Entonces el sentimiento del sombrero negro dijo: aquí les entrego al Amor, muerto y destrozado. Sin decir más dio media vuelta y comenzó a marcharse.
-Espera. Dijo el Odio.-En poco tiempo, lo eliminaste, quizás lo desesperaste y no luchó para vivir. ¿Quién eres?
El sentimiento levantó lentamente la cabeza y pudo verse su rostro de horrible aspecto, entonces dijo: Yo soy La Rutina.

                                                                                                                                               Nelson Astegher

[Nelson Astegher]

El amor que es tan importante en nuestra vida y lo que le da sentido, merece todo el tiempo para alimentarlo y hacerlo crecer. Lamentablemente las personas mueren por falta de amor. Ojala pudiéramos recordar que Dios se disfraza de seis mil millones de personas. Un abrazo Luzmila. 

[Luzmila Guisao Peña]

Definitivamente es muy real, el amor se alimenta de creatividad, de emoción, de pasión constante y sostenida en la cotidianidad. El amor es arte en todas las dimensiones sociales y del alma, no es concebible el amor en la desidia y la pasividad.

El amor es el equivalente energético de la vida, sin el cual solo puede sobrevenir la muerte.

Gracias amigo Nelson, por el amor que compartes de manera tan generosa y humanitaria.