Tienes que enfrentar tu destino, tu familia, tu cuerpo; el nivel económico, social y cultural en que naciste, tú no lo decidiste, limítate a comprenderlo y aceptarlo.
El ser humano no decide su destino pero si su forma de vivir, decide lo que quieres llegar a ser, eres el único dueño y responsable de tu vida.
Tienes más de una excusa para tus fracasos pero ha llegado el momento de convertir tus derrotas en victorias.
Reinvéntate a ti mismo proyectando…
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