¿Donde está Dios?
¿Cómo es la cara de Dios?, ¿qué es lo que debemos saber sobre el creador?
Un experto periodista, tenía el sueño de ganar el premio Nobel de literatura, quería realizar el reportaje más increíble de la historia. Se entrevistó con el director de su periódico, y le expresó su idea. El director supuso en principio, que estaba loco. Pero reconociendo su increíble capacidad en su profesión, reflexionó por un momento y le dijo:-veré qué puedo hacer, me comunicaré con mis contactos en el Vaticano.-
Al otro día el director lo llamó y le comunicó una noticia asombrosa: estaba arreglada una entrevista con Dios. Acto seguido le facilitó la fecha y la hora para concurrir a la cita más importante de la historia.
Llegado el día, nuestro hombre se vistió con sus mejores galas, preparó su cámara, su grabador, y su mejor libreta de notas.

La cita era en un hotel lujoso de esa ciudad a las seis de la tarde, por lo tanto con un tiempo prudencial, subió a su coche y se dirigió a cumplir con su cometido.
Pero al recorrer un trecho por la avenida central de la ciudad, al parar en un semáforo, un niño vestido con harapos se acercó para ofrecerle algunos dulces que vendía, los que mostraba en una pequeña bandeja. Pensó en comprarle algunos dulces, pero cuando giró para mirar por la ventanilla, el niño ya no estaba. Abre la puerta y vio al niño caído sobre la acera. Siendo un hombre de sólidos principios, no dudó en cargar al niño y llevarlo al hospital más cercano. Inmediatamente, los médicos residentes lo recibieron, lo atendieron y lo pusieron en terapia intensiva. Le dijeron que el pequeño tenía una grave afección a los huesos, estaba totalmente desnutrido y una infección amenazaba su sistema respiratorio. Además, el niño manifestaba no tener padres ni persona que lo cuidara. A todo esto la hora de la cita con Dios había pasado, se había perdido la entrevista más grande de la historia, nada menos que una entrevista con Dios. Pero no dudó, pagó la intervención de los médicos, manifestó que se haría cargo de todos los gastos, que respondería por el cuidado del niño, legalmente, y se comprometió en volver al otro día.
Entonces subió a su coche, aceleró todo lo que pudo para llegar a la cita, pero Dios ya no estaba allí. Estaba desesperado, se había perdido una entrevista que posiblemente hubiese cambiado el rumbo de la historia. El botones del hotel se dirigió a él, entregándole un papel con una nota que le habían dejado. Observó el papel, el cual estaba escrito con una letra luminiscente, y cuando leía, sintió una voz en su interior, mientras miraba en el reflejo del vidrio de la puerta de entrada, un rostro que era igual al del niño que había ayudado, mientras una voz le decía: hijo mío, no quise esperarte más y salí a tu encuentro.

Es sumamente interesante saber, que Dios se disfraza de 6000 millones de personas.

La parábola del ganso.

La granja de nuestra historia, estaba en Carolina del Norte, en los Estados Unidos de América. Allí vivía John, un ganso joven muy agraciado, que conmovía los corazones de las gansas de la comunidad, que vivían allí. Muchas familias de gansos, compartían una vida de sociedad que raramente era alterada en esos días. Estaban en una fecha cercana a la Navidad, se preparaban para el festejo, pero algunas noticias inquietaban a los más viejos, ya que cercana a la fecha del festejo, ocurría cada año, que varios gansos desaparecían. John, recibió la noticia, y percibió el temor de las familias, de perder a algunos de sus integrantes, como acontecía cada año para esa fecha. El joven ganso, decidió consultar al más viejo, un ganso noble y sabio. Este le relató lo que sabía sobre las noticias de las desapariciones, y finalmente fue lapidario:-John amigo mío, he pensado seriamente que los desaparecidos son devorados por los dueños de la casa, por lo que te diré que es necesario que abandones esta granja, sólo así salvaras tu vida. Yo veré por mi parte como protejo a la comunidad.


Ese día, John había tenido la ingrata noticia, que Paul, su mejor amigo había desaparecido. Después de meditar, y pensarlo, al llegar la noche John se preparó. Pasada la medianoche, comenzó a levantar vuelo, y se elevó hasta las nubes pequeñas que rondaban el lugar. Pero no sabía dónde dirigirse, entonces pensó largamente mientras batía sus alas, y una idea, como una voz sin sonido, le recordó que debía emigrar hacia el sur, hacia las tierras cálidas, donde los terrenos eran seguros y existían grandes extensiones para la vida de los gansos. Así fue como nuestro héroe salvó su vida y tuvo una existencia larga y tranquila.

Moraleja: cuando no sepas qué camino tomar, observa en tu interior, y tú inspiración, te dirá dónde ir.

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