EL SENTIDO ESPACIAL FEMENINO

[Luzmila Guisao Peña]

EL SENTIDO ESPACIAL FEMENINO

 El sentido espacial es la capacidad que tiene el ser humano para percibir las distintas dimensiones de la naturaleza. Por nuestro proceso de domesticación solo podemos captar tres de las siete dimensiones fundamentales. En especial las mujeres hemos dejado de percibir nuestra verdadera naturaleza cósmico-espacial En cierta ocasión durante un seminario para matrimonios, le preguntaron a una mujer: “¿te hace feliz tu esposo?”,¿Verdaderamente te hace feliz? En ese momento el esposo levanto ligeramente el cuello En señal de seguridad, sabía que su esposa diría que sí, Pues ella jamás se había quejado durante su matrimonio. Sin embargo la esposa respondió con un rotundo “No… no me hace feliz” Y ante el asombro del marido continuó: “No me hace feliz ¡yo soy feliz! El que yo sea feliz o no, eso no depende de él, sino de mí. Yo soy la única persona, de quien depende, mi felicidad. Yo determino ser feliz en cada situación y en cada momento de mi vida, Pues si mi felicidad dependiera de alguna persona, cosa, o circunstancia, Sobre la faz de esta tierra, yo estaría en serios problemas. Todo lo que existe en esta vida cambia continuamente. El ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el clima, los placeres, etc. Y así podría decir una lista interminable. A través de toda mi vida he aprendido algo; decido ser feliz y lo demás Lo llamo “experiencias”:amar, perdonar, ayudar, comprender, aceptar, escuchar, consolar. Hay gente que dice: No puedo ser feliz….porque estoy enfermo, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, Porque alguien me insultó, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró , Pero, lo que no sabes es que PUEDES SER FELIZ... Aunque estés enfermo, aunque…haga calor, aunque…no tengas dinero, aunque…alguien te haya insultado, aunque…alguien no te ame, o no te haya valorado. SER FELIZ ES…. ¡¡¡UNA ACTITUD ANTE LA VIDA, QUE CADA UNO DECIDE…!!! MARA REIMS.

La situación en la que se encuentra la mujer actualmente, precisa una radical transformación; no son casuales tantos problemas , tanto quiste ovárico, tanto cáncer de seno, de útero epidemias depresivas, suicidios, adicciones tan malignas como la bulimia ,la anorexia, los fármacos adelgazantes, las dietas, los embarazos no deseados, la prostitución , las adolescencias perdidas en el mercado del mejor postor.

La mujer ha sido entrenada para no sentir, para no darse cuenta de que está viva y que ello supone un tributo a la plenitud. Las mujeres hemos estado aisladas de nuestra fuente original, matriz energética universal, de nuestra verdadera fuente esencial, espiritual. La mujer contemporánea deambula con mas miedos que ganas de vivir, con mas temor que sabiduría (¡paradójicamente, siendo la fuente de ella!), las madres seguimos mintiendo a nuestras hijas, porque el autoengaño es el contexto para el cual hemos sido preparadas

Desde luego no basta quejarnos ni inventariar nuestras desgracias, ardua y estéril tarea que ya ha sido ejecutada demasiado, más ahora que el consumismo intenta llenar sin éxito el vacío existencial. Duele ver la impunidad con que se mutilan órganos femeninos en los quirófanos y salas de estética, bajo camufladas formas de mercado sexual y de toda clase, duele el sinsentido, la irresponsabilidad, el absurdo.

Menos mal que paralelo a estos desastres energéticos, la mujer está despertando, capacitándose en todo el mundo para ver con otros ojos mas propios, volar con alas recién estrenadas, abolir el aislamiento entre el mismo género, la energía se sincroniza, aparecen “las “aliadas” en todo el mundo, se multiplican los círculos femeninos, se despierta la ancestral complicidad y el universo empieza ahora a adquirir una nueva vibración, emerge el poder interior femenino de manera natural.

La riqueza va por dentro al igual que la belleza, la capacidad de sorprenderse es fundamental, el amor nos hace inocentes nuevamente, la libertad se alcanza reduciendo necesidades y Aboliendo temores. Es más inteligente vivir el presente, pues el instante es una partícula de eternidad que nos habla de la unicidad a quienes sabemos sintonizar el silencio.

¿Quien dijo que la madre tierra no está viva y que la mujer no siente esa presencia con más fuerza que nunca en estos tiempos? ¿Quién dijo que al final de este ciclo de días, se acaba todo, cuando en verdad lo que precisa concluir, lo que está concluyendo, es aquello que al carecer de raíz se cae a pedazos empujado por su propia podredumbre?

Esta no es una época de caos como quieren hacérnosla sentir, todo depende de la consciencia que la transite, y bien esta época puede ser una maravillosa oportunidad transformadora disfrutada intensamente, posibilitando que cada adversidad nos fortalezca y todo imprevisto nos tome más atentas.

Vivimos tiempos de cambios, la humanidad que conocíamos ya no existe, una nueva civilización se gesta, en cada consciencia se despierta, en cada adolescente que se niega a la domesticación, en cada mujer que se atreve, en supremo acto de rebeldía: ¡a ser ella misma!

Ya no podemos las mujeres pasarnos la vida esperando que nos den permiso de ser, de vivir, estos son tiempos donde si no estamos atentas, corremos el riesgo de pasarnos el resto de la vida durmiendo el eterno sueño del planeta. Debemos recordar que no todos los muertos están en los cementerios, también los hay caminando las calles, poblando oficinas, negocios, tomando vacaciones, pero sin atreverse nunca a renunciar al rebaño.

Las mujeres de la nueva era, de la nueva humanidad, carecemos de rebaño, incluso si nos toca estar solas, elevamos nuestra soledad a un nivel de ofrenda al universo y con ello nos reintegramos de manera más dignificante a nuestra real esencia y dinamizamos nuestro crecimiento.

El cambio es inevitable, disfrutarlo es una suprema obligación. Quizá todas tenemos el deber de repoblar el planeta tierra otra vez, de seres humanos, que las calles del presente se conviertan otra vez en ríos de vida. Quizá las mujeres tenemos mayor responsabilidad, no tanto ya de lo que pasó, sino de aquello que está por ocurrir. Y a esta cita tenemos que acudir dignamente y con el alma de pie, con un sentido espacial totalmente desarrollado, los ojos y la mirada limpios, la marcha segura y firme. ¿TE ANIMAS A INVENTAR UNA NUEVA HUMANIDAD?

Créditos: inspirado en mi propia vida, e iluminada por la hermosa obra de CHAMALÚ.

LUZ MILA GUISAO PEÑA

 

[Luzmila Guisao Peña]

El universo femenino, hasta ahora visto desde un plano secundario por nosotras mismas, oculta enigmas e información aún no develada en su totalidad, somos las precursoras de la vida y eso implica una toma de consciencia muy grande y urgente para el momento que estamos viviendo, ya muchos hombres en todo el mundo lo  empiezan a comprender, no se trata de la igualdad por la igualdad misma, sino de ocupar el verdadero lugar que nos corresponde en el espacio universal.