Soñar no requiere gran esfuerzo. ¡Pero si no logras un sueño lo pagarás caro!

[Nelson Astegher]

Hace varios años, un periodista entrevistaba al piloto francés de rallyes, Sebastian Loeb, (considerado futuro campeón del mundo durante varios años), cuando este recién estaba al comienzo de su carrera. El periodista en un tramo de su entrevista le preguntó lo siguiente: "¿veo que has conseguido un coche nuevo en un equipo casi profesional, que vas a hacer ahora?. 

Sebastián Loeb, le respondió con voz tranquila, como hablando de un tema intrascendente: "Voy a ser campeón del mundo de rallyes”.
El periodista, sorprendido, intentó simular que le parecía un objetivo razonable, intentando no mostrar su sorpresa ante este novato desconocido, que pretendía semejante cosa.
Después de todo, Sebastián Loeb, hasta ese momento nada había demostrado como piloto profesional, era demasiado joven y su corta carrera no permitía predecir algún futuro. Finalmente el periodista se recompuso para seguir preguntando con la misma calma que el joven le había contestado. Quiso saber qué haría para llegar a ser esa superestrella mundial del automovilismo.
"El mismo procedimiento que uso para mi vida" respondió. "Lo que hago es visualizar me como la persona que quiero ser y vivo esa imagen como si fuera realidad".
Sonaba escandalosamente simple, como suenan las grandes ideas.
Sébastien Loeb es un piloto francés de automovilismo, su carrera competitiva se ha desarrollado primordialmente en las competencias de rally, en donde participó en el Campeonato Mundial de la especialidad con el equipo de Citroën World Rally Team, mientras que en las competencias de pista interviene con la misma escudería y con su propio equipo. Ha ganado innumerables premios. Desde marzo de 2013 es Vicepresidente de la Comisión de Pilotos de la FIA internacional. Es considerado actualmente campeón del mundo en su categoría.

Entonces, necesitas sueños, necesitas tener una misión. Necesitas determinar cuál es tu misión.
No escuches a quien arroja piedras en tu camino.
Dedica tiempo a pensar en tu misión. ¿Cuál es tu misión?, tu misión es tu sueño en acción, el sueño que vas a realizar, el objetivo de tu vida. Concéntrate sólo en eso. Y cuando sueñes, sueña en grande.
Cuanto más grande sea tu sueño, más fuerza tendrás para alcanzarlo.
¡Atrévete!, si sueñas sueños grandes, serás grande.
Cuando descubras la seguridad y la intensidad de vivir una vida llena de objetivos, entonces te encontrarás con la felicidad, y la motivación.
Empieza en este día, empieza ahora.
Y recuerda.
No existen límites. Ningún límite en absoluto para la mente humana, somos seres ilimitados, no tenemos límite. Las actitudes, talentos, dones y poder personal que existen en el interior de cada uno de nosotros son ilimitadas.