Sobre El Amor

[Nelson Astegher]

¿Hay alguna duda en que no existe actividad humana donde el amor no importe?.

El amor que profesamos en la vida cotidiana, se puede definir por lo menos en tres partes esenciales:

EL Amor Filial (Amor Fraternal), es el tipo de amor entre amigos o entre hermanos. Es también amor de padres a hijos.

El amor Eros (“Eros” – El Amor Egoísta), En el amor erótico, las personas buscan de agradarse consigo mismo más que nada. Las meretrices se prestan por dinero, y los hombres se prestan (pagan) por el placer sensual. Este tipo de amor y todo relacionado con ello es condenado por todos los principios espirituales.

“Ágape” – El Amor más encumbrado. Uno no puede comprender fácilmente este tipo de amor, menos practicarlo sin entender primero que en las sagradas escrituras Dios se define como el amor (ágape).

Si Dios define su esencia con un concepto, entonces esto es importante. Este tipo de amor es algo que es un caro sacrificio, es amor sin condiciones, en que no busca nada o poco de regresar de quién que le ama. Sigue amando aunque no hay nada para el que ama.

Los amores anteriores pueden morir, pueden desaparecer, pero el amor ágape es el amor inmortal. Este es el amor que cambia a los seres humanos y a toda la creación.

Es el amor para los pequeños que educamos y que deben conocer. Hace más de dos mil años un predicador de Galilea, describió al amor que nunca deja de ser y que particularmente forma base de todas mis meditaciones.

La Preeminencia del amor

Aunque yo hablara todas las lenguas de

 los hombres y de los ángeles, sino tengo amor,

soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.

Aunque tuviera el don de la profecía

y conociera todos los misterios y toda la ciencia,

 aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas,

si no tengo amor, no soy nada.

Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres

y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor,

no me sirve para nada. El amor es paciente, es servicial,

el amor no es envidioso, no hace alarde,

no se envanece, no procede con bajeza no busca su propio interés,

no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido,

 no se alegra de la injusticia, si no que se regocija con la verdad.

El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera,

todo lo soporta. el amor no pasará jamás.

Nelson Astegher